Artículo escrito por Inés Montero, estudiante argentina de ADE y Relaciones Internacionales en IE University

Mi experiencia

Estaba en sexto grado, por tanto, tenía alrededor de 12 años, cuando salí de una charla que nos habían dado unas profesoras de formación humana. Como iba a un colegio laico y humanista eran frecuentes este tipo de eventos. Ese día, excepcionalmente, nos habían separado a los chicos y a las chicas en dos aulas. 

Nuestra profesora nos contó la enorme presión que había en su juventud con respecto a los cigarrillos y al sexo. Nos relató cómo había conocido, a los 17 años, a su actual marido y que todo el mundo le hacía comentarios de la índole: “Te vas a aburrir en unos años”, “Qué gran error casarse con el amor de tu juventud” y “se va a buscar a otra chica, vas a ver”.  Al final, no fue el caso. 30 años después siguen juntos y tienen 3 hijos. 

Entonces, debatimos sobre eso y nos ofrecieron hacer preguntas anónimas en una bolsita. Discutimos sobre amores, la entrega femenina a nivel personal que implican las relaciones sexuales, fracasos y cómo saber cuando alguien vale la pena.

El timbre dio por terminada la sesión y anunció el recreo. Salimos todas y los chicos no paraban de reírse a carcajadas afuera y hacer bromas entre ellos. Como una ingenua pregunté que había pasado y la respuesta de un amigo fue:

“Bueno, tuvimos una charla de educación sexual… Hablamos de sexo, porno y… mucho más”. Todos se rieron. 

Escala escolar 

Tardé muchos años para darme cuenta a qué punto es problemática la situación que acabo de narrar en términos de qué enseñamos a los niños y qué se enseña a las niñas cuando hablamos de sexualidad. La educación sexual genera gran debate en casi todos los países. Muchos opinan que es un tema privado, del que la familia debería encargarse. El problema es que lo privado, es público, tal como lo popularizó Carol Hanisch durante la segunda ola feminista. Y los hijos de familias que prefieren no discutir sobre nada referente a la sexualidad terminarán inevitablemente relacionándose con aquellos que sí. 

Particularmente, la planificación familiar es una forma de garantizar la libertad de las mujeres para que puedan elegir a plena conciencia hacerlo. 

Para muchas mujeres, el conocimiento relacionado con su propia sexualidad ha sido descubierto leyendo en secreto, por internet, gracias a alguna tía liberal o entre charlas con amigas a largas horas de la noche. Hay demasiados conflictos con esta forma de aprendizaje: la dudosa calidad de la información, la falta de interés genuino por la persona en cuestión, la vergüenza que eso genera y el riesgo que presenta para las chicas la desinformación. La educación sexual permite ejercer una sexualidad sana y construir su vida en equidad y libre de discriminación  (Ruiz, 2017).

Impacto 

Si la educación sexual excluye o diferencia a las mujeres, como lo ha hecho en mi escuela, la mitad de la humanidad resulta mal informada y manipulable por la mitad que entiende más. Las mujeres no pueden estar hablando de amor en clase mientras que los hombres aprenden sobre el sexo. Y es todavía peor si se ignora por completo el tema en la educación. 

“En el mundo, cada año 16 millones de mujeres entre los 15 y 19 años de edad dan a luz, principalmente en países de bajos y medianos ingresos (95%). Esto quiere decir que el 11% del total de nacimientos anuales en el mundo son de madres adolescentes. Mientras que cerca de tres millones se someten a abortos, incluso, en condiciones que ponen en riesgo su vida” (Ruiz, 2017).

Bajo la idea que tener un embarazo adolescente no deseado no es lo mejor para nadie, se expone la necesidad de educación sexual. Y va mucho más allá que los embarazos adolescentes. Enseñarle a un niño sobre consentimiento podría salvarlo de un abuso. Una niña de quince años debe entender que los hombres de 30 no quieren nada bueno con ella, ni la quieren de verdad. Un chico educado puede expresarse mejor sin recurrir a la violencia. Informar sobre riesgos, mentiras y efectos adversos de la pornografía puede evitar que una joven se tome una foto que la persiga el resto de su vida.

La curiosidad llegará en tiempos distintos para cada niño, pero los adultos no puede jugar a los inocentes e ignorarlo por completo. En las palabras de la escritora, activista y actriz Jameela Jamil,”[hablando a las mujeres sobre la sexualidad] no te asustes de esto, no lo conviertas en un tema incómodo en tu casa porque si lo empujas hacia las sombras, tu hijo encontrará a Pornhub allí y ese se convertirá en su maestro y nadie necesita eso. Creo que aprender sexo de la pornografía es como aprender a conducir viendo A todo gas (Fast and the Furious), una idea terrible.” (Jamil, 2020). Recomiendo fuertemente su ensayo y video disponible en los links debajo. 

Soluciones

La mejor forma de proteger la vida, la propia y la de otros, es instruir a los jóvenes sobre sexualidad. Por supuesto, bajo las condiciones que sea adaptado para la edad que transitan, supervisado por los padres y lo más neutro políticamente posible. Dar clases mixtas, a su vez, evita perpetuar roles de género. 

Entender que la sexualidad no puede reducirse a la biología, o reproducción, es fundamental. Muchos de nosotros vimos dibujos del cuerpo humano en clase, pero eso está lejos de la realidad. Es más, la mayoría de ésta ronda la inteligencia emocional y conceptos como la intimidad, el consentimiento, el placer (sobre todo el femenino), la familia, la salud reproductiva y las relaciones. En mi caso, la educación sexual de mi escuela se evitaba para esconder temas que muchos entendían relacionados como la identidad de género, la transexualidad y la homosexualidad. Hoy creo que se hubiese podido haber dado sin necesidad de incluirlos, si así lo deseaban los padres. Esto hubiese permitido a una gran parte de los estudiantes evitar riesgos innecesarios o vivir situaciones perversas. 

Volviendo a mi experiencia, espero que como ciudadanos entendamos la importancia de la educación sexual mixta o igual para niños y niñas. Y, de esta manera, exijamos una mejor formación que permita la libre decisión de las mujeres sobre ellas mismas, evitando eternizar roles de género obsoletos. 

Fuentes y lectura relacionada 

Jamil, J. (2020). Tell Him, an Essay on Masculinity | Jameela Jamil x MAKERS Conference 2019. YouTube. Available at: https://www.youtube.com/watch?v=CRMCVWPt_38 [Accessed 28 Dec. 2021].

Smith, Dale M. (15 de enero de 2012). Poets Beyond the Barricade: Rhetoric, Citizenship, and Dissent after 1960. University of Alabama Press. pp. 153-. ISBN 9780817317492.

Ruiz, N. (2017). Educación sexual para niños: el exitoso caso europeo. [online] Noticieros Televisa. Available at: https://noticieros.televisa.com/especiales/educacion-sexual-ninos-exitoso-caso-europeo/ [Accessed 28 Dec. 2021].